Mares 30 – julio 21, 2025, Entrevistado por Toufiq Slimani.

En tiempos convulsos, cuando el eco del odio intenta empañar la convivencia, hay voces que no solo denuncian, sino que iluminan. Una de ellas es la de Miguel Ángel Moratinos, diplomático de talla mundial, exministro de Asuntos Exteriores de España y actual Alto Representante para la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas. Con la serenidad de quien ha vivido la diplomacia en su más alta expresión y la firmeza de quien no tolera la injusticia, Moratinos alza su palabra frente a la islamofobia, el racismo y la manipulación del miedo.

En esta entrevista concedida en exclusiva a Mares30 ayer domingo, el también Enviado Especial de la ONU para Combatir la Islamofobia analiza los recientes acontecimientos ocurridos en España —en particular en Torre Pacheco—, y reflexiona sobre la responsabilidad colectiva ante el auge de discursos de odio. Desde su experiencia en los organismos internacionales y su visión de futuro, aborda además la dimensión geopolítica del Mundial 2030 y el papel fundamental que juegan Marruecos y España en la arquitectura de una alianza euroafricana basada en el respeto mutuo y la fraternidad de civilizaciones.

Una conversación que trasciende lo coyuntural, el Mediterráneo, el Atlántico y nos invita a mirar —con conciencia y compromiso— hacia el horizonte que aún podemos construir.

El próximo 30 de julio de 2025, Marruecos conmemorará con orgullo la Fiesta del Trono, que celebra los 26 años del ascenso al trono de Su Majestad el Rey Mohammed VI. Durante estos 26 años han pasado muchísimas cosas y hay unas grandes transformaciones en distintos campos, como por ejemplo la organización conjunta del Mundial de fútbol 2030.

¿Cómo analiza usted todas estas transformaciones que está conociendo Marruecos bajo el Reinado de SM el Rey Mohammed VI?

Este año es un año más en que se constata la evolución del país, de Marruecos, en la economía, en lo social, en lo cultural, en lo político, y esperamos contemplar que el campeonato de 2030 sea un gran éxito, en aquel momento, si Dios quiere, Su Majestad llevará 31 años reinando en Marruecos, y será un momento de gran impacto histórico para el futuro de este gran país.

En cuanto al Mundial 2030 que será organizado conjuntamente por España, Portugal y Marruecos, tiene una importancia geoestratégica. Es más que un acontecimiento deportivo, es una apuesta geopolítica que Su Majestad el Rey Mohammed VI ha querido hacer, para vincular al continente africano con el continente europeo a través del Mediterráneo y para que el centro de gravedad de las relaciones futuras entre África y Europa pase por la relación privilegiada entre España y Marruecos, entre la Península Ibérica y Marruecos. Y creemos que eso es lo que debe ser objeto de desarrollo y consolidación en los próximos años.

Como lo sabe usted muy bien, hoy descubrimos que la organización del Mundial, de la colaboración entre Marruecos, Portugal y España, es una necesidad. Viendo lo que está pasando en España, o en Europa en general, y el miedo provocado por la extrema derecha, ¿cree que el Mundial conjunto es un gran proyecto para unirnos en los tiempos de división, de desintegración y de fragmentación?

Yo como alto representante para la Alianza de Civilizaciones y enviado especial de Naciones Unidas para la lucha contra la islamofobia, ya emití un comunicado, la semana pasada, condenando los acontecimientos que surgieron en Murcia, y condenando los actos islamófobos, de odio y de racismo, que desgraciadamente algunos grupos políticos y algunos grupos de la sociedad española, que son minoritarios, quieren llevar al debate político y social en España. Y, por lo tanto, tenemos que estar muy atentos y condenar y no permitir que este tipo de actos se repitan, y por eso hemos condenado de manera rotunda y total todo este tipo de actuaciones.

¿Pueden estos acontecimientos minoritarios afectar las relaciones y los lazos históricos entre ambas orillas del Mediterráneo en los tiempos del auge de la ultraderecha?

Yo creo que a nivel político, existe entre España y Marruecos un gran nivel de colaboración y cooperación entre los gobiernos, entre sus majestades y sobre todo entre las sociedades. La sociedad marroquí y la sociedad española se entienden, se respetan y es lo que tenemos que seguir desarrollando.

¿En España la gente es consciente de la peligrosidad de la extrema derecha, de la nueva tendencia contagiosa? ¿La élite política española es consciente de todo este peligro? Nosotros desde Marruecos respetamos los símbolos de España, a sus líderes, y si criticamos, criticamos dentro de la ontología profesional, pero desde España se nota en general que hay un lenguaje agresivo hacia Marruecos, aunque Marruecos es el muro de contención contra las amenazas en la región del Sahel y el Sáhara. La estabilidad de Marruecos es la de España también, porque la seguridad nacional estratégica de España empieza en Marruecos.

No, creo que es minoritario. Los grupos de extrema derecha y derecha no son los mayoritarios. La sociedad española es una sociedad que permite la integración de las distintas comunidades, incluida la marroquí, y creo que son incidentes provocados, promovidos e instigados por un sector minoritario de extrema derecha que tenemos que condenar de manera rotunda.

¿Qué se ha hecho a nivel oficial para mandar un mensaje a los agitadores?

Ha habido, por ejemplo, una detención del líder que movilizó estas manifestaciones por parte del fiscal general y, por lo tanto, la justicia se ha encargado de empezar a mirar con detenimiento para que este tipo de actuaciones sean condenadas y sean, por lo tanto, juzgadas. La Junta Islámica Española ha reaccionado también de manera muy clara y la sociedad española en general. Yo creo que a nadie le gusta observar que al emigrante se le trate de esa manera. Como España es un país de emigrantes, tampoco nos gustaría, cuando íbamos a Alemania, a Europa o a América Latina que se nos tratasen de manera agresiva o de manera discriminatoria.

Por lo tanto, yo creo que los medios de comunicación únicamente se hacen eco de estos incidentes, pero la gran mayoría de los españoles tienen un gran cariño por Marruecos. De hecho, el número de los españoles que visitan Marruecos sigue incrementándose; y lo que tenemos que hacer los responsables políticos es continuar y reforzar esas relaciones.

Las relaciones entre Marruecos están viviendo sus mejores momentos. Usted soñaba con esto antes, pensaba antes en esto, cuando usted empezó a construir todo esto. ¿Usted pensaba que iba a llegar un momento en que vamos a ver las excelentes relaciones de toda la historia entre ambos países?

Sí, hacía 41 años que yo llegué a Marruecos como joven diplomático. 41 años que he visto cómo Marruecos se desarrollaba, cómo impulsaba todo su proyecto político, democrático, económico, social, cultural, su lugar en el mundo, su compromiso con la paz y con los grandes objetivos de desarrollo sostenible de la agenda de Naciones Unidas.

Y al mismo tiempo, he visto cómo se reforzaba la relación entre España y Marruecos. Hoy por hoy, podemos decir, sin equivocarnos, que estamos viendo los mejores momentos de la historia entre los dos países. Y lo que hay que hacer es estar atentos a que no haya ninguna sorpresa y que no haya nadie que trate de descarrilar esta buena relación. Los liderazgos políticos se conocen bien.

Yo estuve y pude observar cuando el presidente del Gobierno marroquí (Aziz Akhannouch) estuvo en la cumbre de Naciones Unidas para la financiación del desarrollo en Sevilla con el presidente del gobierno español y yo estuve charlando también con él. Tuvimos un intercambio muy fructífero en donde se reflejaba esta serenidad en las relaciones y la voluntad de seguir avanzando y construyendo juntos una relación estable y pacífica entre ambos países.

¿Qué quiere decir usted con la palabra “sorpresa”?

Pues que haya alguien que pueda tratar de mezclar o manipular, pero yo creo que no hay. En estos momentos, la relación es totalmente excelente y, por lo tanto, tenemos que seguir trabajando en esta dirección.